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Introducción
Se trata de un Crustáceo, que a sus nombres comunes de
"redclaw", "langosta de agua dulce o crayfish australiano",
suma además el de "lobster de agua dulce". Es
originario de Australia y considerado en
ese país como una especie sumamente promisoria para cultivo.
Forma parte de la Familia Parastacidae, junto a otros crayfish,
que presentan diversidad productiva. Las investigaciones desarrolladas
en origen sobre su potencial para cultivo, mostraron claramente,
que presenta muchos de los requisitos biológicos necesarios
para el éxito del mismo (relativamente fácil de
reproducir, se adapta a mayores densidades de cultivo en comparación
con otros crustáceos de agua dulce, gran flexibilidad de
hábitats alimentarios, ausencia de agresividad y, prácticamente,
ausencia de enfermedades difíciles de erradicar).
Las características
básicas de los crayfish (Figura 1) es la presentación
de un cuerpo dividido en abdomen (cola) y cefalotorax (tórax
y cabeza) cubierto por un caparazón que protege los órganos
internos y termina en el frente en un rostro puntiagudo. Poseen
prominentes ojos, pero su vista es muy pobre. Los órganos
sensoriales están constituidos por las largas antenas y
anténulas sensitivas que son utilizadas para el tacto y
el gusto, localizando así, su potencial alimento y apreciando
distintos factores de calidad de agua (temperatura, salinidad,
etc.). Poseen una serie de patas (ambulatorias, con pinzas) y
cada uno de los segmentos abdominales (6) presenta un par de apéndices
articulados. Los pleópodos, natatorios, se ubican en la
zona ventral. La hembra sostiene los huevos mediante finos pelos
existentes en las márgenes de los pleópodos, en
el 6° segmento, donde se ensancha formando junto al último
segmento (telson) un abanico que actúa como "cámara
porta huevos" en la época de reproducción.
Los órganos sexuales del macho se sitúan en el 5°
par de patas ambulatorias, mientras que en la hembra, están
ubicados en la base del 3er par.
La especie es nativa
del norte de Queensland, en pleno trópico, encontrándosela
en los sistemas fluviales que desembocan en el Golfo de Carpentaria
y se detectó en la década del ´80, en el sur
de aquella localidad. En general y según datos provenientes
de Australia, se indica para ella un peso máximo de 500
gramos en su habitat natural, aunque en general, se comercializa
en un rango que abarca entre 30 y 100 o más gramos, cuando
proviene de cultivo. En América Latina se la cultiva también
en Ecuador. Posee gran cantidad de carne en su cola (25% del peso
corporal). La demanda existente tanto en el mercado doméstico
de Australia, como en el de exportación, supera ampliamente
la producción obtenida por ese país. Una gran parte
de ésta se comercializa en vivo y otra pequeña parte
en precocido y congelado. Para exportación, el producto
se procesa en congelado , cuando los países importadores
no lo aceptan en vivo.
La característica
de la especie es la de poseer 4 carenas que se extienden sobre
el cefalotorax incluyendo al rostro, de ahí su nombre específico.
Existen datos básicos suficientes, de carácter biológico
y técnico acerca de su cultivo, manejo de los sistemas,
reproducción, nutrición y enfermedades; todos ellos
considerados importantes como para encarar su producción.
La característica biológica que le confiere gran
ventaja a este Crustáceo, es la presentación de
un ciclo de vida simple (sin estadios larvales numerosos). A la
inversa de cualquier crustáceo de vida marina o de agua
dulce, los pequeños juveniles nacen siendo exactamente
iguales a sus padres, pero en talla milimétrica. El ciclo
completo, se cumple en agua dulce a diferencia del camarón Macrobrachium rosenbergii. Además de presentar
estas ventajas, se trata de una especie que no muestra gran comportamiento
territorial, lo que resulta en un aumento de las densidades de
cultivo. No existe tecnología adaptada en nuestro país,
disponible en forma abierta para cualquier productor; pero existen
algunos productores desarrollando su cultivo (clima marginal norte
de Entre Ríos, Mendoza en aguas climatizadas, Córdoba
en clima marginal y actualmente, en clima más apto en el
norte de Corrientes).
Esta especie y otras
del mismo género, muestran una mayor actividad, inmediatamente
antes del amanecer y de la caída del sol, sin excavar si
se les mantiene un nivel apropiado y responden además a
las corrientes de agua, por lo que su recolección o cosecha
puede hacerse por trampeo de diversas formas (permitiendo extraer
parte de la producción para submuestreos y ventas) o bien,
por drenado de los estanques, obteniendo el total de la producción.
Este último método es el ideal, pues permite conocer
el total de lo producido, eliminar los individuos dañados
y determinar la cantidad de elementos "enanos" para
ser trasladados a estanques para su mejor crecimiento o para ser
eliminados, según determinación del propio productor.
El grupo pertenece
a las especies que se alimentan en general de detritus (materia
orgánica en descomposición en los fondos) y de material
vegetal en descomposición, por lo que el alimento artificial
a ofrecer en cultivos de corte semiintensivo, puede producirse
fácil y relativamente a bajo costo, como complemento. Aceptan
también vegetales (arroz) y si éstos son sembrados
y luego las plántulas inundadas posteriormente, pueden
ser ramoneados por los animales, en cultivos planificados en engorde
a muy baja densidad. Los pequeños juveniles al nacer, se
mantienen pendientes de sus madres durante varios días,
por medio de los pelos o setas de las patas, hasta quedar libres
en los estanques de reproducción o en tanques, si el proceso
es llevado a cabo en hatchery o laboratorio bajo techo. Inicialmente,
estos pequeños individuos son zooplanctófagos, por
lo que requieren alimento vivo en cantidad suficiente dentro de
los estanques de cultivo, aumentándose el mismo, con fertilizaciones
previas y periódicas. Los requerimientos proteicos de la
especie aún no están bien determinados, pero en
general, aceptan entre un 18 y 33% de proteína cruda (PC),
según la fase , elaborándose así una dieta
suplementaria externa; siendo diferente el crecimiento de acuerdo
al nivel de PC ofrecido. La dieta deberá elaborarse en
forma peletizada y los pelets, mantenerse durante un cierto tiempo
sin deshacerse bajo el agua.
Elección
del sitio de cultivo:
Los redclaw tienen un rango de
vida entre los 12 y 34°C, pero idealmente se desarrollan bien,
a temperaturas que abarcan un rango de entre 23 y 31°C. La
temperatura es el factor físico más importante en
respuesta al crecimiento y producción. Más del 80%
de las poblaciones pueden obtenerse con una tasa apta de crecimiento,
si aquél factor se encuentra dentro del rango señalado.
Por debajo de los 20°C, los crecimientos disminuyen significativamente
y lo mismo sucede por encima de los 31°C.
Las temperaturas subóptimas limitarán el crecimiento
y las producciones o la viabilidad económica del proyecto.
Los adultos son más tolerantes a las temperaturas extremas
que los juveniles. La reproducción también esta
relacionada a la temperatura y se podrá optimizar según
los sistemas empleados. Dentro de las temperaturas óptimas
se puede alcanzar rápidamente las tallas comerciales deseadas.
Como en Argentina no existen sitios con tales temperaturas que
permanezcan constantes, la especie podrá cultivarse en
el mejor clima subtropical o bien, bajo invernaderos apropiados
(a menor producción), reuniéndose varios productores
para aumentar producción. Aunque los crayfish soportan
por períodos muy breves, temperaturas tan bajas como 10°C
y tan altas como 35°C, las mismas resultan sumamente estresantes
y llevan a mortalidades totales. El agua de abastecimiento requiere
ser de una alta calidad, libre de patógenos y de predadores.
El flujo que ingresa al sistema (en cultivos semiintensivos),
abastecerá para un recambio diario, del 10% en el período.
Su calidad debe ser de excelencia, sin contenido de metales pesados,
alta cantidad de hierro, extremados cambios, alta turbidez y libre
de pesticidas o efluentes industriales, etc. El terreno a seleccionar
será convenientemente arcilloso (entre 40 y 60% de arcilla),
para construcción de estanques excavados. Se debe evitar
la construcción de estanques en tierras de cultivos que
hayan sido sometidas a altos tratamientos con pesticidas, efectuando
los análisis correspondientes sobre los residuos, en los
casos de duda; ya que los pesticidas son incompatibles con la
vida de los Crustáceos.
El oxígeno disuelto (OD)
en el agua es uno de los factores químicos e importantes
a tener en cuenta. La solubilidad de este gas en el agua, disminuye
con el aumento de la temperatura, recomendándose para estos
animales un mantenimiento de 5 mg/l de OD o más. La fotosíntesis
producida por el fitoplancton en los estanques puede ayudar a
mantener estos niveles, siempre que la producción de esta
comunidad no sea excesiva (ya que por la noche, los vegetales
también respiran). Puede regularse la concentración
de oxígeno disuelto, por medio de aireadores a paleta,
con alta respuesta. El pH del agua indica si ésta es ácida
o básica. En estanques de crayfish con alta sanidad, el
pH puede abarcar un rango desde 6,5 hasta 9,0, dependiendo de
los propios procesos biológicos que se cumplen dentro del
sistema. La alcalinidad total (medida de la resistencia del agua
a los cambios de pH) , puede ubicarse normalmente entre 15 a 20
mg/l . Por su parte, la dureza total del agua, que es la medida
de la concentración de iones existentes (principalmente
Calcio y Magnesio) expresada en mg/l, no debe superar los 40 a
50 mg/l, con fluctuaciones que dependerán de las originadas
en los cambios del pH del medio. Requieren un mínimo de
50 ppm (50 mg/litro) de Calcio para la generación de sus
caparazones. Los niveles bajos o muy altos de dureza , podrán
afectar severamente sus mudas (por no poder formar nuevo caparazón,
o por no poder desprenderse del mismo). Si la dureza del agua
fuera muy baja, se deberá compensar con encalados periódicos
en los estanques.
El amoníaco es un producto
de desecho de los mismos crayfish y de la descomposición
de la materia orgánica existente. Este compuesto es tóxico
para los animales acuáticos y la cantidad existente dependerá
además del pH del medio y de la temperatura. Los niveles
en exceso de 0,1 mg/l no son deseables. La turbidez, es un factor
físico que mide la transparencia o visibilidad del agua,
pudiendo estar causada por arcilla u otro material en suspensión,
o bien por los propios organismos del fitoplancton (microalgas).
Si la turbidez por arcilla persiste y restringe la visibilidad
a 30 cm de profundidad o menos, se limitará la producción
de fitoplancton necesaria. La visibilidad, medida por medio de
un disco de Secchi, debe mantenerse alrededor de los 40-80 cm
de profundidad. Los problemas que afectan a la calidad del agua
en los estanques para crayfish, pueden afectar también
las producciones a obtener. Dentro de ellos, se señalan
los principales: baja concentración de OD, alto pH y pronunciados
florecimientos algales. El manejo de todos ellos requiere capacitación
del productor y una práctica constante.
Estructuras
para cultivo
La única
técnica de cultivo que ha demostrado hasta ahora , ser
exitosa y rentable, es la conocida como sistema semiintensivo,
llevada a cabo en estanques excavados en tierra arcillosa, evitando
filtraciones. Cuando no existe acceso de los animales a material
orgánico (detritus) en el substrato, se observa una marcada
reducción en el crecimiento (por ejemplo, en estanques
con membrana plástica). Los estanques excavados utilizados
en su producción pueden ser pequeños , de 0,04 y
también de 0,5; 1 y 2 hectáreas. En general, en
su país de origen se utilizan estanques de 0,08 a 0,2 de
hectárea. En la mayoría de los casos y si la topografía
lo permite, los mismos son de geometría rectangular, excavados
en serie, con entrada y salida independiente de agua y colocados
con su eje mayor paralelo al viento más fuerte de la zona,
de tal forma que se aumente la oxigenación y no se produzca
estratificación térmica alguna. Sus profundidades
varían entre 1,0 y hasta 1,8 metros, debiéndose
facilitar ampliamente su vaciado a las cosechas totales. Si el
método de cosecha utilizado fuera el de trampeo de los
animales, se aconseja cada 1 a 2 años, efectuar un drenado
total y secado al sol, acompañado de discado, eliminando
el exceso de material orgánico de los fondos. Se deberá
verificar que el área elegida para producción, se
encuentre cercana a la infraestructura necesaria (acceso a energía
eléctrica, insumos o alimentos, fertilizantes, rutas asfaltadas,
etc).
Cuando se utilizan caños
a la entrada y salida del agua (en PVC), se deberán proteger
con malla de 200 milimicrones para evitar en ambos casos, la entrada
de predadores y/o competidores (suponiendo que se utiliza agua
de abastecimiento superficial) y la pérdida de material
vivo. Las salidas se protegen también para evitar entradas
de anguilas (voraces), abundantes en el subtrópico. Las
aves predadoras, solo pueden evitarse colocando redes de media
sombra sobre los estanques o bien, si las producciones son relativamente
pequeñas, protegerlas bajo invernadero. Los métodos
de ultrasonido para espantar a los pájaros producen efecto
solamente por varios días, por lo que se desechan. El sistema
de drenaje de estanques mayores de 0,25; 0,5 y 1 hectárea
suelen resolverse con el sistema denominado "monje"
de mayor utilidad (Wicki, 1996). Los estanques destinados al cultivo
de estos animales deberán estar rodeados de chapas langosteras,
o bien de secciones de caños en PVC u otro material adecuado
entre estanques, evitando el traslado de los animales entre cerramientos
o salida del predio, dado su actividad. En el último caso,
morirán por desecación o temperaturas inadecuadas
en casos extremos; pero si cambian de estanque, modificarán
las densidades iniciales sembradas en los mismos y por lo tanto
su producción. Además, tratándose de especies
caminadoras, y de carácter exótico, aunque ellas
no resistirían las bajas temperaturas invernales del subtrópico,
es determinante para su cultivo en el país (Reglamentación
987/97), un cautiverio vigilado, impidiendo, precautoriamente,
sus escapes. La altura de los resguardos, debe ser de entre 15
a 20 cm (evitando asimismo, la entrada de predadores externos,
como tortugas, anguilas u otro tipo).
Si bien no existe un análisis
económico disponible realizado sobre producciones actuales
en el país, un cultivo de buen porte, constaría
de por ejemplo: 10 estanques de 100 x 30 m; 20 estanques de 50
x 20 m y un abastecimiento de agua de calidad. En Australia la
Unidad Mínima Rentable está determinada en 6 hectáreas
de espejo de agua, pero también algunas producciones familiares
de diversificación agrícola, constan de 3 a 4 has,
siendo en ese país, rentables (estos datos sirven como
indicadores). La inversión fija aumenta cuando se construye
una hatchery o laboratorio para realizar la reproducción
bajo control total.
Reproducción
Los machos adultos
presentan una mancha roja en sus pinzas, de ahí su nombre
vulgar y pueden diferenciarse así, de las hembras, siendo
además, sus pinzas, más grandes. Su cuerpo es, en
general, de color azul- verdoso, aunque existe considerable variación.
Para obtener buenas reproducciones, la tasa de sexos a la siembra
en estanques ya preparados, es de 1 o 2 machos por cada 4 hembras,
según estudios desarrollados en cultivos. La densidad de
siembra es de cerca de 500 a 1000 hembras por hectárea.
Jones (1990) indica también, un buen resultado en reproducciones
logradas a una tasa sexual de 1:1 a 1:4 machos , respecto de hembras.
Los individuos seleccionados como reproductores deberán
ser sanos, no presentar caparazones dañados y mostrarse
activos (agresivos con sus pinzas), con todos sus apéndices
intactos; ya que la ausencia de patas o antenas puede interferir
en el éxito del apareamiento. Las tallas de los individuos
deberán ser compatibles.
La reproducción puede efectuarse
dentro de los mismos estanques para reproductores u otros acondicionados
o bien, bajo techo, en hatchery o laboratorio, donde se trabaja
con tanques en fibra de vidrio u otro material preferentemente
inerte. En el primer caso, los reproductores se acondicionan en
los estanques ya preparados y se deja que la reproducción
se produzca naturalmente. Durante la misma, el macho manipula
a la hembra, volcándola sobre el dorso, con el lado ventral
justo hacia su vientre; depositando una masa fina de esperma entre
las patas caminadoras donde está situada la abertura genital.
Entre las 12 y 24 horas siguientes, la hembra deja pasar los huevos,
entrando éstos directamente a la cámara temporaria.
No existe cópula y la hembra transporta externamente los
huevos fertilizados. La cámara temporaria de incubación,
se forma con el abanico desplegado y curvado de su cola y se oxigena
con el batir de los elementos pleópodos. La fertilización
se produce dentro de la cámara. Si los ejemplares son disturbados
o sufren un estrés importante (transportes, disminución
de OD, etc.), se producirá el aborto de los huevos. Cada
hembra pone una cantidad de huevos dependiente de su talla y que
abarca entre 200 a 1.000. Cuanto más grandes los ejemplares,
mayor la cantidad de huevos producidos, pero también influye
la edad, ya que las puestas disminuirán con ésta.
Durante el período de incubación (entre 6-10 semanas)
y según las temperaturas, los huevos (de 2 mm de largo)
van cambiando de color. Con 24 a 27°C, el nacimiento a la
eclosión se producirá alrededor de las 10 semanas.
A la inversa de otros crustáceos, la hembra no necesita
mudar su caparazón para ser fecundada y puede producir
sucesivas camadas de juveniles durante la estación de mejores
temperaturas. Tanto los machos como las hembras alcanzan su madurez
dentro del período de 12 meses posteriores a su nacimiento
(a temperaturas óptimas).
Para reconocer a las hembras en
su estadio de maduración gonadal se puede utilizar un simple
método, observando el desarrollo de los ovarios a contraluz
con una lámpara brillante, método que permitirá
descartar por el momento, aquellas hembras no preparadas para
la reproducción. La cavidad del cuerpo se examina a través
de la membrana transparente entre la cabeza y la cola (cuerpo).
Esta situación puede complicarse si las hembras han desovado
recientemente o si se tratara de juveniles inmaduros. Los detectados
como próximos a madurar, pueden tardar 4 semanas más,
luego de observados, dependiendo de la época y la temperatura.
Si la reproducción se realizara
bajo techo, en laboratorio, utilizando tanques en fibra de vidrio,
los reproductores se colocan en canastas suspendidas en la columna
de agua y se ambientan en este habitat, con sustrato fibroso.
Los fondos de las canastas, en malla, deberán poseer una
abertura que permita el paso de los juveniles (al quedar independientes),
hacia abajo, donde se los alimentará en su primera etapa
hasta cosecharlos y pasarlos a estanques externos nurserie o de
pre-engorde. De esta forma, es posible evitar el canibalismo que
ejercen las madres. En Europa se realizaron estudios con éxito,
manteniendo 10 - 12 hembras /m2 en tanques con piso de falso fondo
de malla. Luego de la fecundación, es conveniente retirar
los machos o bien, trasladar las hembras a otros tanques. Según
Jones (1990), para juveniles albergados en tanques en laboratorio,
en experiencias efectuadas a densidades de 980 a 1.840ind./m2,
la sobreviviencia abarcó entre 4 y 84% (con una media de
46,3%) a lo largo de 25 a 50 días. En trabajos científicos
realizados sobre esta especie en Israel (Barki y Karplus, 1998)
se determinó que si bien las hembras, muestran un comportamiento
relacionado a la reproducción (indicando receptividad),
el mismo se limita solamente al día del evento.
Producción
de juveniles y engorde de los mismos
Al nacer dentro
de cualquiera de los sistemas mencionados, los juveniles permanecen
adheridos a los pelos o setas de las patas de las hembras (pesando
0,02 gramos), quedándose junto a sus madres por unas semanas;
independizándose posteriormente, aunque pueden volver hacia
ellas. Luego de nacidos, su crecimiento es rápido (efectúan
su primera muda en un par de días) , llegando en el primer
levante a pesar 0,5 a 2,0 gramos, en los 50 a 60 días posteriores
(Australia); siendo su alimento el zooplancton (especialmente
Crustáceos microscópicos). Si se tratara de un cultivo
en hatchery se estila realizar el "levante" inicial,
hasta su pase a los estanques externos preparados con alimento
vivo. En este caso, el período es corto, puesto que necesitan
ser aprovisionados de alimento natural (zooplancton). En el caso
de cultivo externo, las cosechas se cumplen, retirándolos
desde hábitats artificiales colocados previamente (bolsas
de cebollas en plástico u otros que simulan plantas acuáticas),
convenientemente boyadas; sacudiendo las mismas sobre redes finas,
o bien, por extracción de sucesivas redadas. A la cosecha
y una vez finalizada la fase de pre-engorde, se los siembra a
menor densidad en otros estanques para proceder a su engorde final,
clasificándolos y agrupándolos previamente por tallas
y sexos. La producción de los juveniles puede abarcar un
período de tres a cuatro meses, dependiendo de la temperatura.
Para la producción de juveniles de mayor talla (10-15 g)
a engorde final, la densidad de siembra es en general, de entre
5 a 15ind. / m2 (quedando 5-10/m2); manteniéndolos en los
mismos estanques por 9 a 12 meses o más, dependiendo de
la talla a lograr para su comercialización y efectuando
un manejo adecuado de la producción ; enfocando primariamente
a obtener un buen crecimiento (nutrición apta) y una excelente
sanidad. La cosecha parcial o total, se realiza cuando los individuos
alcancen pesos superiores a los 70 gramos (o entre 40 y 100 g
dependiendo del mercado). Si las tallas han sido uniformadas,
previo a su siembra, el crecimiento se verá notablemente
mejorado. Los datos sobre producciones obtenidas en su país
de origen, informan de 3 a 5 ton/hectárea, para productores
ya experimentados (período de hasta 18 meses).
Morrisy (1976) en Australia, determinó
que 1.000 hembras de Cherax tenuimanus (márron) de 50 mm
de longitud, colocadas en tanques, liberaban suficientes juveniles
, como para lograr una producción amplia en un estanque
de 1 ha de superficie , a una densidad de 5 a 10 ind/m2 , con
una mortalidad posterior del 75% (debida en parte, al canibalismo
por exceso de individuos y ausencia de suficiente alimento). Este
método es utilizado por muchos productores australianos,
pero ellos tienen disponibilidad fuerte de elementos reproductores.
Aunque no poseen un cálculo seguro de cuántos juveniles
es posible obtener, se calcula una sobreviviencia del 5 al 10%
. Este sistema no requiere estructuras ni tecnologías especiales.
Sin embargo, la cosecha utiliza mano de obra intensiva y las tallas
de los juveniles será muy dispar. Para alcanzar mayores
rendimientos , se necesita entonces incorporar mayor grado de
control en el sistema de producción de juveniles; que podría
tratar de una hatchery bajo techo , con mayor control en el proceso
de reproducción, eclosión y primer levante en crecimiento.
La mortalidad natural puede ser
alta, produciéndose una mayor incidencia durante las mudas
de los pequeños , siendo menor en los juveniles, ya que
el proceso abarca una gran demanda fisiológica. Debido
a ello, los crayfish estresados por una pobre calidad de agua,
podrán morir más a menudo por la complejidad de
la situación del cultivo. A medida que los animales crecen,
las mudas tienen lugar con menor frecuencia y en los individuos
de 100 a más gramos, se producen solamente un par de veces
al año. Durante los primeros 12 meses de cultivo, se puede
estimar una mortalidad de entre un 20 y 50%.
Durante el manejo de los crayfish
a su siembra en otros estanques (pre-engorde y engorde) deben
evitarse los cambios bruscos de temperatura, efectuando el mismo
por la mañana temprano o al caer el sol. Tanto para la
fase inicial de siembra , como para los traslados , la introducción
en los cerramientos debe hacerse suavemente, agregando gradualmente
agua del estanque a sembrar, dentro del contenedor de transporte
y dejando que ellos se integren solos al nuevo habitat.
Manejo
de los estanques
Luego de su construcción
y previo a su llenado, los estanques se encalan utilizando comúnmente
"dolomita" (tierra de diatomeas), con Mg, Ca y Carbonato
en los fondos, según las características químicas
que presenten los suelos y especialmente cuando los estanques
ya han estado en uso productivo. También suelen enriquecerse
con combinaciones de material orgánico (subproductos agrícolas
o abonos) y fertilizantes inorgánicos (basados principalmente
en polifosfatos y nitrógeno) a una tasa de aplicación
de 100-150 kg/ha; aumentando así la cantidad del fitoplancton
y favoreciendo el sombreado del agua, que actúa así,
como refugio general. Indirectamente, aumenta la cantidad del
zooplancton disponible como alimento natural en la fase del inicio
del cultivo. Este tipo de fertilizantes, se dejan de aplicar al
comienzo del ciclo de producción (más adelante,
son evitados , ya que pueden alcanzar a teñir los caparazones
en su abdomen, restando precio a la venta).
Durante el manejo de los estanques
de producción, es importante el mantenimiento de la calidad
de agua del cultivo, con un buen nivel respecto de los parámetros
físicos y químicos, para lograr una excelente respuesta
en el crecimiento general de las poblaciones. Ello se obtiene
por medio de experiencia, observación y vigilancia diaria,
que permita obtener datos referidos a temperaturas, pH y oxígeno
disuelto , concentración de nitritos y regulación
de estos parámetros. La vigilancia debe ser una rutina
diaria en acuicultura. El recambio de agua por su parte, es una
técnica que evita el deterioro del sistema, pero el mismo,
no deberá ser excesivo ya que de lo contrario se perderá
gran parte de los elementos naturales disponibles como alimento;
especialmente cuando se trata de estanques para reproducción
(donde quedarán los pequeños juveniles) o en el
caso de los cultivos de pre-engorde de éstos últimos.
El mantenimiento de los niveles de oxígeno cuando la producción
es alta (en verano especialmente) es un punto considerado crítico
en el bienestar de las poblaciones. Los métodos para alcanzar
una buena producción , sin problemas de disminución
en la calidad del agua y el nivel del OD, se refieren a la incorporación
de aireación a los estanques (a paletas, aspiradores, blowers,
etc.).
Utilización
de refugios
Los crayfish crecen,
como todos los Crustáceos, al momento de la muda del caparazón
, cunado el cuerpo queda blando, durante un breve período.
Es imprescindible entonces, ofrecerles refugios que aseguren su
mayor sobreviviencia. A excepción de los primeros estadios
juveniles , de alimentación planctófaga, se trata
de animales típicamente bentónicos (viven en relación
a los fondos y taludes, donde buscan su alimento en el medio ambiente).
En los estanques de cultivo, pueden salir al exterior si no se
colocan vallados adecuados, siendo su actividad netamente nocturna,
como ya fuera señalado. Debido a estas características
y además, por tratarse de animales que ejercen el canibalismo
(sobre los ejemplares blandos al cambio de caparazón),
los refugios deben colocarse en abundancia. Una buena cantidad
de refugios, mejora sustancialmente la producción, tanto
en crecimiento como en sobreviviencia de los individuos.
Los tipos de refugio empleados
al inicio de los cultivos en Australia, consistían en cubiertas
de auto, pero posteriormente fueron eliminados, por tratarse de
elementos que liberan cadmio , pudiendo afectar el agua así
como a los propios animales bajo cultivo, por contaminación.
Los mejores refugios para el caso de los pequeños crayfish
, suelen ser las bolsas de tela plástica para cebollas,
que permiten además, cosechar a los pequeños individuos
con facilidad ; aunque también puede tratarse de refugios
construidos con material de redes de desecho. Las bolsas se unen
entre sí y los protegen de crayfish de mayor tamaño,
actuando además como un eficiente superficie de desarrollo
y crecimiento de una comunidad vegetal que ellos utilizan de alimentación
(con bacterias, hongos y detritus acumulado). Para el caso de
los juveniles ya en fase de engorde o en el caso de reproductores,
los mejores refugios, se construyen con tubos en PVC, de cerca
de 10 - 20 cm de largo y un diámetro acorde a la talla
de los individuos bajo cultivo. Se unen varios de estos tubos,
formando un triángulo, de mayor a menor (por ejemplo, cinco
tubos en la base, cuatro en la segunda hilera y disminuyendo en
las sucesivas). Estos refugios deben retirarse a las cosechas
y para facilitar su ubicación, se los boya en superficie.
Suelen colocarse en mayor cantidad sobre los fondos y algunos
en la columna de agua, pero cuando se trata del cultivo de los
recién nacidos , se colocan en mayor cantidad, suspendidos
en la columna de agua. También pueden confeccionarse con
botellas u otros contenedores apropiados de material plástico,
manipulados al calor, de precio más bajo y que facilitan
el escondite.
Alimentos
y alimentación
Bajo condiciones
naturales, el alimento que ingieren los crayfish una vez que son
bentónicos, está constituido en gran parte por partículas
vegetales y animales en descomposición y por detritus.
Las Bacterias y hongos asociados a esta descomposición,
son nutritivos y altos en contenidos proteicos. Las dietas artificiales
, en forma de raciones peletizadas, se preparan similarmente a
las empleadas en camaronería. Se trata de una formulación
simple con un contenido de proteína cruda (PC) para juveniles
que varía entre 23 y 33%, niveles que muestran diferentes
crecimientos
(Rouse y Keefe, 1998). En engorde, la PC puede situarse alrededor
de 23 % o menos, según el tipo de cultivo y ensayos realizados.
Los insumos incluyen algo de harina de pescado y se complementan
con baja cantidad de fibras y altos contenidos en almidón,
preferentemente. Pueden utilizarse harinas de carne, soja, algodón,
girasol, trigo, maíz, cebada, sorgo y afrecho de arroz
y lupines. Se ha demostrado que muy poco de la ración peletizada
ofrecida, es directamente consumida por los animales, pero mucho
de ese material pasa a constituir parte de la fauna microbiana
y de la flora bentónica que forma el detritus que ellos
ingieren ampliamente. Los alimentos peletizados pueden aplicarse
manualmente o por medio de blowers mecánicos, que se vuelcan
a los estanques, desde vehículos. Lo importante en la elaboración
de los pelets para crayfish es obtener que cada pelet , se mantenga
sin deshacerse dentro del agua durante un tiempo apreciable (20-30
min.) hasta ser "ramoneados" e ingeridos en parte. La
estabilidad del pelet es muy importante y para pequeñas
producciones los productores los podrán elaborar en sus
fincas. Los estadios juveniles son altamente caníbales,
por lo que se requerirá que el alimento esté disponible
en cantidad y calidad suficiente. Cuando se cultiva parte de los
juveniles en tanques dentro de hatcheries por ejemplo, es necesario
agregar zooplancton proveniente de otros cultivos que se realizan
externamente. Esta dieta solo es factible para pequeñas
producciones.
La alimentación en estos
animales es un proceso complejo, que es cumplido por 10 pares
de apéndices que contribuyen normalmente a ella. Varios
apéndices seleccionan, limpian y manipulan , mastican y
lubrican el alimento que es ingerido en forma de pequeñas
partículas. Existen también órganos especializados
en filtrar partículas suspendidas en el agua. Los juveniles,
por ejemplo, utilizan activamente este mecanismo. Aprovechan los
alimentos de diferente forma y según su digestibilidad,
los almacenan, digieren y desechan las partes no digeribles, excretándolas
al medio.
La alimentación durante
la fase del pre-engorde y engorde, deberá ofrecerse varias
veces a la semana, coincidiendo con el pico de actividad de los
animales. Generalmente, se ofrece entre un 5 y 10% de la biomasa
(cantidad de animales en peso existentes) por semana al inicio
del cultivo, disminuyéndolo, posteriormente, hasta un 2%
del peso corporal. Un exceso de alimento, puede deteriorar gravemente
la calidad del agua y especialmente la concentración de
OD necesaria para el mantenimiento de la sanidad y sobreviviencia
de los animales; por lo que la ración diaria o semanal
deberá ajustarse a medida que los animales crecen. Para
ello, se realizan quincenalmente submuestreos. De esta forma,
se determina el peso promedio del lote obtenido al azar, la cantidad
de animales y su peso individual; multiplicando posteriormente
por la cantidad total de ejemplares estimada para el estanque
muestreado. La cantidad de animales a extraer debe ser calculada
estadísticamente respecto de la población total
sembrada, para que los resultados se aproximen a la realidad.
En estudios realizados sobre redclaw
(Rouse y Rash, 1998), respecto de la acción de la Astaxantina
(un carotenoide que confiere el color rojo típico a los
crustáceos cocinados), se comprobó que la inclusión
de este compuesto en las dietas, mejoraba no solamente el crecimiento,
sino también la sobreviviencia en juveniles; mientras aumentaba
ampliamente la coloración en los adultos. Se obtuvieron
respuestas positivas en juveniles de 5 g de peso en dietas con
agregado de astaxantina en valores de 0,25,50 y 100 mg/kg de alimento.
En las pruebas se agregó este compuesto durante 0; 3
y 6 semanas, antes de las cosechas. La astaxantina puede provenir
de harina de camarones o de alfalfa que es un precursor. En el
caso de juveniles de C. tenuimanus, se estudió
el efecto de dietas conteniendo aceites de pescado y aceites vegetales
(Fotedar y otros, 1998), contra dietas control sin contenido de
aceites. Los resultados indicaron que la mezcla de aceites de
pescado y aceites vegetales fue positiva sobre el crecimiento
de los animales (seis meses de experiencias) . Los aceites procedían
de bacalao y de girasol. La ausencia de estos aceites en las dietas
mostraron menor crecimiento, menor sobreviviencia y altos contenidos
de humedad en el hepatopáncreas y el tejido muscular de
las colas; mientras que la mezcla de los dos aceites fue la que
influyó positivamente , evidenciando mejores crecimientos.
Cuando no existe en la región este tipo de insumos, o el
costo de su agregado se considere elevado, puede emplearse aceite
de soja en las dietas, con resultados buenos en crecimiento.
En el caso de elaboración
de pelets es necesario tener en cuenta la digestibilidad de los
insumos para crayfish. Por ejemplo, la alfalfa posee solamente
un 35% de digestibilidad, mientras el maíz posee un 100%
y la harina de soja un 95% (Reigh, 1990). La Energía en
las dietas es provista por granos y lípidos hasta en un
90% de las mismas y los premix en vitaminas se incluyen hasta
un 0,2%. En algunos casos, pueden utilizarse alimentos elaborados
para pollos o conejos, complementando con porcentajes de soja,
alfalfa u otros (a diferencia de los juveniles precoces o reproductores,
que requieren un alimento de mayor contenido proteico). En general,
los alimentos artificiales son caros y deben ser utilizados eficientemente.
Las tasas de alimentación pueden variar de acuerdo a las
temperaturas, densidad de la población , composición
del alimento ofrecido y estado de los estanques.
El mejor horario para alimentar
a estos crayfish, debe coincidir con sus horas pico de actividad
, inmediatamente antes de la puesta del sol y del amanecer y está
regulado por un ritmo biológico, donde el nivel de luz
es el principal estímulo. Por ejemplo, durante los períodos
de luna llena se favorece el trampeo, o en las aguas claras la
actividad es menor que en las turbias donde no penetra la luz
(de ahí la importancia de mantener un correcto florecimiento
de fitoplancton); aunque lógicamente el nivel de actividad
y de ingestión de alimento se relaciona a la temperatura.
El alimento deberá ser repartido a lo largo de las márgenes
de los estanques.
Selección y clasificación
de individuos
La selección de los individuos
reproductores constituye un aspecto muy importante en el manejo
del cultivo. Durante la primera cosecha producida, el acuicultor
deberá iniciar su propia selección de individuos,
eligiendo aquellos de mejor aspecto en crecimiento y calidad.
Se los acondiciona en estanques especiales, efectuando posteriormente
una segunda selección, que permitirá mejorar a futuro,
las tasas de crecimiento obtenidas en las poblaciones. Esta selección
deberá emprenderse con continuidad, agregando individuos
al stock de reproductores para obtener un mejoramiento genético
apropiado.
Cuando se realizan las clasificaciones,
es importante manejar con cuidado a los animales , ya que cualquier
daño en sus caparazones aumentará los riesgos de
infección y posterior muerte o afectando en otros casos,
su presentación al momento de las ventas.
Siembra de juveniles y engorde
Si la reproducción es efectuada
fuera de los estanques donde estén instalados los reproductores,
los juveniles obtenidos deberán luego de su "levante",
cosecharse y traspasarse a otros estanques preparados previamente
para su pre-engorde. Las siembras suelen efectuarse a una densidad
de 5 a 15 individuos de talla uniforme, por metro cuadrado. El
crecimiento de estos juveniles hasta talla comercial en origen
y a las temperaturas óptimas, puede extenderse a 9 y 12
meses; mientras que , en
nuestro país, probablemente el período sea mayor
hasta la obtención de un peso adecuado para el comercio
y convenga , seguramente, dividir bien las etapas del ciclo total.
Si el manejo es inadecuado, existirán diferencias pronunciadas
en cuanto a tallas y pesos en las poblaciones, como ya fuera indicado
y deberá efectuarse el descarte de individuos pequeños.
Manejo
de las poblaciones bajo cultivo
Si no se efectúa un manejo
adecuado en los sistemas de cultivo, se producirá un crecimiento
notablemente diferencial (con pronunciadas diferencias relativas
en cuanto a frecuencias de tallas), que será notado a las
cosechas. Un número elevado de animales mostrarán
"enanismo", pudiendo pertenecer a los primeros que hayan
sido sembrados del stock original, como así también
a nuevos reclutas, nacidos posteriormente, según el método
de cultivo empleado. Ambos grupos no pueden diferenciarse en los
estanques. Será necesario retirar las clases de pequeño
tamaño, para facilitar al resto, un mayor acceso a la productividad
natural. Estos pequeños crayfish (menores a 25 g), en general,
se descartan. La remoción de los grandes individuos, favorecerá
también un crecimiento más homogéneo en la
población, reduciendo la competencia por espacio y alimento.
Este "entresacado" de animales, puede practicarse varias
veces, a través del ciclo.
En Australia , se practica con
éxito y en determinados casos, el cultivo "monosexo"
para restringir la reproducción, efectuando un sexado manual,
aunque éste conlleve algunos errores. El cultivo "todos
machos" es beneficioso porque el promedio de crecimiento
será mayor y el reclutamiento de pequeños juveniles
provenientes de algunas hembras accidentales, será pequeño.
Como resultado se obtiene un aumento de producción, ya
que al no producirse reproducción en los sistemas , gran
parte de la energía es dedicada al crecimiento. Sin embrago,
este tipo de cultivo, con selección manual, insume tiempo
y mano de obra.
Sanidad
Los crayfish que manifiestan buena
salud en condiciones normales de cultivo, son notorios por su
rapidez en el escape, ejecutado por medio de sus colas; frente
a cualquier disturbio producido. Aunque no se han detectado enfermedades
de importancia dentro del grupo de crayfish australianos, se conoce
la existencia de virus naturales (Edgerton, 1998). Los más
importantes, pertenecen a la familia de los IBV, que son morfológicamente
semejantes a los baculovirus de los camarones Peneidos. Otros,
han sido tentativamente ubicados dentro de diferentes familias.
La enfermedad denominada de la "cola blanca", así
como el baculovirus, no han producido hasta ahora problemas en
los cultivos australianos, pero es importante señalar que
las densidades que se manejan, son relativamente bajas (semiintensivo).
Bacterias tan conocidas en acuicultura, como el grupo de las Aeromonas
y otras, pueden atacarlos, produciendo mortalidades (pero
siempre estarán relacionadas a las condiciones de sanidad
y a una baja calidad de agua, especialmente referida a la concentración
de OD). La nutrición juega también un papel importante.
Otros patógenos han sido identificados como hongos, especialmente Saprolegnia (en general de acción secundaria).
Algunos Protozoos Ciliados cosmopolitas, como Epystilis
y Vorticella, pueden causar problemas cuando están
presentes en abundancia. Los parásitos típicos de
crayfish, como Psorospermium y Thelohania, se presentan
en bajo número y en poblaciones reducidas. Los ectocomensales,
por el contrario , suelen ser muy abundantes, dependiendo de las
especies y de la calidad del agua. La observación de Temnocefálidos (Platielmintos) como ectosimbiontes (sobre exoesqueleto y branquias)
, ha sido observada en otras especies de Cherax de
Australia. Los huevos de estos vermes se adhieren fuertemente
a la cutícula y las branquias donde son depositados (Quaglio
y otros, 1998). El género más común encontrado,
es Temnocephala, aunque la salud de los especímenes
de crayfish no parece afectarse por estas infestaciones. En su
país de origen, se desconoce el efecto que causarían
estos ectoparásitos. Para casos de tratamientos de ciliados
y ectoparásitos, se utilizan baños de sal (15-30
ppt) durante 30 minutos, acompañado de una rápida
aireación.
Recolección y postcosecha
La recolección puede realizarse
por medio de trampeo, aunque en general, casi todos los productores
utilizan el método de disminución del nivel de agua
de los estanques, y las redadas continuas al igual que en cultivo
de camarones o peces. La infraestructura para la post-cosecha
puede incluir piletas, tanques (o tanques australianos) para estabulación
o purgado con agua dulce limpia. Una cámara en el área
de almacenamiento y una mesada para clasificación de tallas
y para pesadas, así como un área de empaque es suficiente
. Típicamente, los red claw , se venden en vivo dentro
de las 24 a 48 hs de cosechados, cuando su calidad es máxima,
previo purgado de los intestinos, limpios de comensales y otros
organismos de sus caparazones. El purgado, puede incluir agua
salobre (hasta 1,5%) mejorando el sabor de la carne (Poole et
al., 1990). El producto vivo puede ser enfriado y embalado en
cajas de poliestireno de alta densidad, aprobado para envíos
terrestres o bodegas de avión, en el caso de exportación
en vivo. Si no se los acepta de esta forma, el producto se envía
hacia los mercados , precocido y glaceado en hielo. Otro tipo
de producto, se exporta descabezado y congelado. En Australia,
suele incluirse el caparazón al determinar el rendimiento
en carne, por lo que frecuentemente, se pueden encontrar datos
en la bibliografía, de hasta un 40% , que equivalen en
la realidad, a un 25% de carne , excluyendo el caparazón
(Morrisy et al., 1990). Para crayfish de 80-100 gramos, el tiempo
de cocción es de 7 minutos en agua hirviendo, lo que produce
animales de mejor calidad para su degustación. Se cocinan
así rápidamente, reteniendo sus características
de delicado sabor y textura de carne.
Al hervirlos con agua dulce y solución
salina (hasta un 3% de ClNa), los resultados indican que la sal
no afecta su delicado sabor. Cuando se comparó el hervido
tradicional, frente al uso de microondas, las diferencias fueron
muy leves y las personas prefirieron el hervido en este último
método, aduciendo que detentan menor cantidad de agua y
presentan mejor sabor. Sin embargo, el hervido en microondas reduce
la cantidad de carne recuperada, en comparación a los métodos
tradicionales. El peso perdido puede ser un factor a considerar
como importante en el caso de restaurantes.
Aunque no existen estudios científicos
sobre las respuestas fisiológicas del redclaw al encierro
y transporte, existen datos sobre experiencias realizadas con
la márron (C. tenuimanus), de similar comportamiento.
En estudios realizados sobre acondicionamiento de los animales
para transporte, se observó que aunque las langostas sufrían
un impacto durante su exposición al aire, al manejo y al
transporte, podían recuperarse al ser re-sumergidas en
viveros adecuados. Las pruebas se hicieron sobre langostas purgadas
durante dos semanas y luego empacadas según los estándares
de la industria, en cajas de poliestireno. La sobrevivencia obtenida
luego del transportey sobre un período de 7 días
de observaciones, fue del 100% en todos los grupos ensayados.
En el período total, los animales perdieron un 4,5% de
su peso corporal y el estudio demostró que el transporte
en condiciones prácticas (con hasta 24 horas de encierro),
mostró un menor estrés, mientras el pico máximo,
se produjo en las 8 primeras horas, luego de su empaque.
Mercado
En mercado interno argentino, el
producto puede destinarse principalmente a ventas en restaurantes
y también (cuando exista mayor producción), podrá
acceder a pescaderías, empresas de catering y supermercados.
Los precios pueden abarcar desde U$S 15 /kg hacia arriba, dependiendo
de su calidad y tamaño; así como de los costos de
producción y de las reglas comerciales. Los mercados de
exportación están disponibles en Europa, Asia y
Estados Unidos, según volúmenes producidos y competitividad
en cuanto a precios de producción y envíos. Cuando
los cultivos alcanzan una producción cercana a 50-100 ton/año,
en forma continua, el productor podrá iniciar una exportación,
habiendo encadenado previamente sus producciones anuales.
Un reciente aumento en la demanda
de estos crustáceos en Europa (2000) abrió nuevos
mercados, interesados en compra del producto, especialmente en
Francia y España; variando los precios entre U$S 8,0 y
10,0 /kg o más; dependiendo de la demanda y la época
(cerca de las fiestas de fin de año, aumenta la demanda
y los precios). Actualmente, una de las Asociaciones de Pescadores
de Australia, ha acordado ventas con la Empresa Conic, por 100
toneladas anuales. El 90% de los crayfish australianos, de excelente
calidad son vendidos ya cocinados por esta empresa. Según
la misma, los crayfish australianos son muy requeridos en los
supermercados , no solo debido a su alta calidad, sino que constituyen
una buena oferta especialmente para las fiestas de fin de año,
cuando los demás productos (seafood) actualmente escasean.
Durante el año 2000, los crayfish dominaron en vivo, en
los restaurantes de alta jerarquía. Se trata de crayfish
similares a los europeos en cuanto a su forma y coloración,
que sobreviven bien en cautividad (viveros especializados). Australia
posee especies de crayfish de extracción y de cultivo.
El único país que podría por el momento,
discutirles el abastecimiento es Sud Africa, pero produce menos
de 50 ton anuales de crayfish vivos , la mayoría de los
cuales son exportados hacia Asia. Los verdaderos crayfish europeos
importados desde Portugal en el mes de Diciembre (rojos o rosados)
son considerados como contendientes marginales (en Francia la
captura de crayfish abarca el período de Mayo a Septiembre).
La empresa busca otros abastecedores, pretendiendo sobrepasar
en el 2001, las ventas por 400 toneladas anuales de crayfish.
Los crayfish que se comercializan en el mundo, proceden de numerosos
países, de cultivo y extracción. El 70% del total
de estos crustáceos se venden a Asia, la mayoría
como crayfish enteros, siendo Japón su consumidor líder,
pero también Taiwán y China . Este último
mercado, se manifiesta como emergente y muy prometedor, importando
solamente crayfish vivos. Otro mercado floreciente es el de Estados
Unidos, donde por el contrario, interesan solamente las colas
de crayfish.
En comparación con Asia,
el mercado europeo es pequeño, con Francia a la cabeza.
El mercado europeo, varía con los años, pero maneja
un rango de entre 1.500 a 1.600 ton de crayfish entero proveniente
de extracción propia y desde Cuba, Bahamas y Florida; con
unas 200 ton de procedencia australiana. El volumen de colas congeladas
de crayfish varía entre 1.500 a 1.800 ton/año, de
procedencia de países de América Latina y del Este
. Un mercado que ha alcanzado su madurez, pero que muestra un
regular aumento, pertenece a dos grandes países, España
e Italia. Los volúmenes manejados varían entre 500
a 600 ton de crayfish entero y unas 200 ton de colas de crayfish
(Produits de la Mer, N° 63, 2000). Los crayfish provenientes
de captura, sufren estacionalidad , lo que produce a veces ausencia
de stock, o que el mismo no sea suficiente.
Características organolépticas:
Se trata de langostas que poseen
alto porcentaje en proteínas, bajas grasas y colesterol
(en similar contenido a las langostas marinas) en su carne. Esta
es de muy fina textura, con cierto sabor semi-dulce, deliciosa
y excelente de acuerdo a las degustaciones realizadas por chefs
europeos y australianos. Son muy versátiles para la cocina
y debido a su similitud con la langosta de mar, muchas de las
recetas de éstas, suelen adaptarse perfectamente.
Bibliografía básica
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